La Vitamina del Sol

La Vitamina D, la vitamina del Sol

Está llegando el buen tiempo y tenemos que empezar a prepararnos por dentro y por fuera. Hoy os queremos hablar de la “Vitamina del Sol”, la Vitamina D.

La vitamina D es una vitamina liposoluble fundamental con diferentes funciones, entre ellas destaca como vehículo para la absorción del calcio.

El calcio es el mineral más importante para el desarrollo y crecimiento de los huesos y para mantenerlos fuertes y con salud óptima.

Sin el calcio pasaríamos de la osteopenia a una osteoporosis. En los niños se produce el raquitismo, huesos débiles y blandos.

Además del calcio, en los últimos estudios se ha demostrado que es de vital importancia para la prevención de determinados tipos de cáncer como lo es el de próstata, mama o piel.

La cantidad que vamos a necesitar de vitamina D va a depender de la edad y del sexo.

La vitamina D se produce en la piel a partir de la radiación ultravioleta de la luz solar. La recomendación indica que es suficiente una exposición de 15 minutos tres días a la semana. Muñecas y pecho al sol, pero repetimos, 15 minutos es lo que indican los expertos y médicos. El resto de rayos solares es imprescindible protegerse para evitar el cáncer de piel.

Salmón fuente de Vitamina D
Además, podemos obtenerla en nuestra dieta, a través del consumo de ciertos alimentos ricos en vitamina D: pescados grasos, como el salmón, atún, caballa; Huevos (en particular su yema); Hígado de ternera; champiñones; queso, alimentos enriquecidos como la leche, zumos de fruta o cereales. Es importante no abusar tampoco de esta vitamina ya que se trata de una vitamina de acumulación y demasiada absorción de calcio puede producir una hipercalcinemia. Lo ideal es solicitar a nuestro médico de asistencia primaria que la incluya en los análisis anuales. Hoy que el sol es radiante, nos queremos detener en la importancia que tiene una buena protección solar. Nuestra piel tiene recuerdo, un recuerdo de todas esas veces que te has expuesto al sol sin protección. Una exposición continuada es tan nociva como aquella intermitente y sin protección. Nos olvidamos de que cuando salimos a la calle, a correr, hacer bici, senderismo o simplemente al ir en coche, con este “solete” es como si nuestro rostro, manos, cuello, cuero cabelludo, piernas, brazos, toma el sol aunque no estemos tirados en “riva al mar”. Os dejamos las recomendaciones generales:
  • En primer lugar, bebe agua con frecuencia. Fundamental niños y ancianos que se olvidan de beber. Ayudará a mantenerse hidratado.
  • Busca la sombra en las horas más calurosas entre 12 y 16.
  • Que esté nublado no significa que no haya rayos ultravioletas. Sal con protección.
  • Gorras y gafas certificadas (no valen de mercadillo que los ojos son delicados) a diario, niños incluidos. En la playa, sombrilla.
  • Y con respecto a las cremas, usa aquellas correspondientes a tu factor y si tienes dudas, cualquier farmacia te ayudará a disipar dudas.
Los ojos son muy delicados y unas gafas que no estén certificadas podría dañarlos para siempre sin posibilidad de recuperación. Lo mejor es comprar las gafas en ópticas.

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